Master Feng Shui y cómo se Abusa del Título
Qué es un título Master Feng Shui
Una de las cosas sobre las que quiero hablar es acerca de los “títulos.” No sobre los oficiales, sino sobre el tipo que usualmente se encuentra en los campos metafísicos y particularmente en el feng shui. Me refiero al título de Master Feng Shui o gran master y el potencial abuso de su uso. Existe una enorme obsesión en esta profesión con el título de Master Feng Shui; no es sólo un asunto asiático. Incluso mis estudiantes occidentales, quieren saber cuándo se les otorgará el título y cuando pueden concederlo.
Siempre les digo…puedes invocarte Master Feng Shui cuando pienses que estás listo para serlo; sin embargo, eso no tiene ningún valor, si careces de lo que se necesita para ganarte el respeto y confianza de tus clientes o estudiantes. El asunto es que el título, muy impresionante para clientes y estudiantes, no es una garantía de nada. Esto porque a diferencia de los títulos de master en ajedrez, los cuales son otorgados por la organización mundial FIDE, el título de Master Feng Shui no lo otorga ningún cuerpo internacional.
Básicamente, puedes invocarte master sí así lo quieres. ¿Quién puede poner en duda tu derecho a llamarte Master Feng Shui? Demonios, ¡claro que puedes auto nombrarte master! ¿Quién te puede discutir tu derecho?
Generalmente, uno asumiría que alguien que se refiere a sí mismo como Master Feng Shui, tiene un grado de especialización y dominio del campo. Pero esto aplica a cualquier campo, no solo al feng shui. Un plomero muy experimentado, podría llamarse maestro y no hay nada incorrecto en eso. Pero sólo porque alguien usa el título de master, no necesariamente significa que es experimentado o tiene buen dominio de su campo. Los términos “master” y “gran master” pueden ser muy engañosos; pueden causar que las personas asuman que alguien está sumamente calificado o con mucha experiencia; sobre todo, cuando los títulos son auto concedidos.
No utilizo el título “Master Feng Shui” y no le doy demasiada importancia.
Aunque tengo clientes que me llaman master, trato de la mejor manera de evitar ese tipo de saludo. Prefiero referirme a mí mismo, como su consultante profesional; o digamos que manejo sus preocupaciones feng shui y BaZi. Pueden llamarme Joey o si prefieren guardar distancia formal, Sr. Yap. Se puede decir que prefiero adoptar el estilo de Hong Kong. En Hong Kong, la cuna del feng shui, los practicantes más respetables no se auto denominan con el título Master Feng Shui. Si por casualidad intercambian tarjetas con usted, raramente verá la palabra gran master escrita en ellas. Simplemente, es algo no escrito que un verdadero maestro, es una persona que guarda cierto grado de modestia; el título de gran master, es un saludo que otros profesionales le conceden y no al revés.
Es costumbre que el título de master o gran master a menudo sea usado flojamente; pero los maestros reales, son aquellos que pueden probar un alto nivel de competencia, habilidad y conocimiento para ganarse el respeto en la comunidad. El título de gran master es estrictamente un saludo; verdaderamente se refiere a la habilidad del practicante, su conocimiento y su ética profesional. Estrictamente hablando, no debe ser un título que alguien utilice como cortina humo para ocultar una carencia de estas cualidades.
¡Es muy improbable que un verdadero Master Feng Shui, vaya por allí diciéndole a todo el mundo que lo es!
Algunas figuras del feng shui, fallecidas hace mucho tiempo, han sido llamadas póstumamente master feng shui. Yang Yun Song, Han Long Jin y Yi Long Jing, son llamados gran master por los estudiantes feng shui, simplemente porque sus libros son textos clásicos. Es igual para el famoso Lai Bo Yee, el cual denominamos hoy día como gran master por los clásicos famosos que nos dejó. Jiang Da Hong (dinastía Qing) es llamado el gran master del feng shui san yuan por su clásico Di Li Bian Zheng.
¿Nota algo en común entre ellos? Si, estas célebres personalidades, ganaron su título gran master feng shui después de su muerte, cuando las nuevas generaciones encontraron sus escritos clásicos profundos y dignos de respeto.
Integridad y ética
Hemos llegado a una etapa donde la comercialización del feng shui y la visión del mismo como una práctica comercial, es bastante aceptada por el público común. Las personas entienden que los practicantes de feng shui, son sólo consultores para contratar al igual que los especialistas en cualquier otro campo. Pero al mismo tiempo, el campo del feng shui es especial; nos guste o no a menudo involucra una medida de fe, creencia o superstición. También, un fuerte motivador de muchas personas que quieren hacer uso del feng shui, es la creencia de que este puede cambiar significativamente su vida sin trabajar duro; esto sobre todo en el departamento del saldo bancario.
Las personas son muy susceptibles a contratar un practicante feng shui, solo porque afirma estar en posición de hacerlos ricos.
Está fácil obtener negocios solo diciéndoles a las personas que los puedes hacer millonarios ¿Pero es ético? ¿Es honorable? La prueba, como ellos dicen, está en el budín pero a menudo, los practicantes feng shui, son renuentes mostrar los pasteles que han horneado por así decir.
El que contrata un practicante de feng shui basándose en su habilidad de “transformarlo en billonario” es un iluso arriesgado.
Además, cuando un practicante dice que ha convertido clientes en millonarios, está ignorando el hecho de que sus clientes, hayan sido exitosos por su propio derecho o restando importancia al trabajo duro y logros del cliente. Finalmente, el feng shui sólo es una parte de la ecuación en cualquier situación. Puede ayudarte a lograr tus metas pero ciertamente, no soltará una bolsa de dinero en tu portal; todavía necesitarás trabajar duro para lograr el éxito. Afirmar que solo el feng shui solo fue responsable de convertir a alguien en millonario, genera situaciones donde las personas creen que “el maestro apropiado” puede mejorar sus vidas; de allí que gastan todo su dinero en busca del “apropiado”.
Otro resultado problemático de este acercamiento, es que crea situaciones donde las personas ponen toda su fe en un individuo y literalmente, giran sus vidas alrededor de su palabra. Tales situaciones inclinan peligrosamente el equilibrio de poder en la relación a favor del practicante de feng shui; genera un miedo irracional por parte de los clientes. Se vuelven supersticiosos sobre el feng shui; no pueden mover nada o cambiar nada por miedo de destruir, su habilidad para alcanzar su estado de millonario. Temerosos de perturbar al consultor de feng shui, comprarán cada amuleto, pendiente y tatuaje que este le recomiende. Los clientes olvidan que “quien tiene el oro marca las pautas”; en otras palabras, ellos son los jefes y no al revés.
Un ciclo vicioso pronto estará movimiento. Algunos construirán drenajes alrededor de su casa porque eso les dará un dragón de agua y riqueza inmediata. Cuando no consigan resultados o peor, se arruinen, entonces todo el negocio del feng shui tendrá una mala reputación.
Ahora ¿puede ver cómo el feng shui carga por sí mismo con el bagaje de ser percibido como una gran superstición?
Es importante que un fuerte sentido de integridad, ética y profesionalismo, sea infundido en la profesión. No hay nada malo con ser tradicional pero se puede tener un comportamiento profesional; por ejemplo, proporcionar informes escritos, permite que los clientes sepan con claridad que pueden esperar de la consulta (en lugar de fabricarle salvajes expectativas sobre ser ricos); ser franco con ellos sobre su capacidad de obtener riqueza en su vida. Proporcionar una alta calidad de servicio a los clientes hará mucho para mejorar la imagen general del feng shui.
Copyright ©Joey Yap
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Traducido con autorización del autor por Leyda Ramírez. Se prohíbe su reproducción sin autorización